Abancalamientos inexplicables en la franja de protección paisajística sur de Mijas pueblo, con la manida excusa municipal de «embellecer» el entorno sembrando almendros; cuando históricamente esta zona se ha mantenido despoblada por lógicas razones defensivas de los antiguos miheños en torno a todo el travertino de La Muraya.
Este daño se observa desde la Mar de Alborán, lugar desde donde se ha tomado esta fotografía en un barco.
Tanto que el PP de Mijas alardea de saber de historia y no conocer mínimamente estos detalles… Así nos va con la prepotencia.